martes, 27 de noviembre de 2007
Una vez en la pendiente, ¿dónde detenerse?
"y cómo así te animas?, qué te gusto de mí?"
"yo estuve con alguien por muchos años pero no funcionó, creo que en verdad nunca funciona"
"vaya, no pensé que fueras tan alto, si hicieras más ejercicio te verías muy bien, aunque mejor no me hagas caso, tal vez te vuelves un puto y eso no me gustaría para nada"
"mañana trabajo y tengo que levantarme temprano, tenemos muy poco tiempo"
"no sé, tal vez puedo continuar hablando contigo, salir como amigos..."
"yo te llamo..."
jueves, 22 de noviembre de 2007
La faja hedónica de la modernidad
La palabra “amigo” cambia de significado en este contexto, los amigos son los cuerpos, la belleza y lo externo: la fotografía. Muy pocos pretenden materializar la imagen, se queda como tal, como recurso emergente de necesidades insatisfechas, y es allí donde su significado es importante, ya que probablemente los que están inmersos en este mundo tienen vidas reales y variadas que salen de lo virtual. Sin embargo, la vida en la realidad, no permite un intercambio cada vez más rápido y diverso de cuerpos generadores de deseo. Es decir, la necesidad constante de estimulación visual es llevada a un extremo tal que lo que más importa no es el objeto en sí sino lo que este produce, el placer interminable. Y así, uno se pierde entre tanta fotografía, sumergido entre productos de consumo que van cambiando rápidamente, salen cada vez más nuevos y mejores y a uno ya no le interesa mucho el que vio hace unos minutos porque acaba de encontrar otro con agregados que lo hacen aún más deseable. ¿Cuál es el límite? ¿cómo se siente uno después de tantos cuerpos y rostros bonitos? ¿No es caso una intoxicación de consumo? y ¿cómo afecta eso la percepción de uno mismo?
lunes, 19 de noviembre de 2007
pero también soy de los que vociferan ante lo inapropiado o inoportuno
Yo soy de los que siempre sacan algo bueno de la situación
pero también soy de los que no terminan de creérsela
Yo soy de los que tienen la intuición de la muerte
pero también soy de los que quieren sentirse vivos
Yo soy de los que sueñan cosas imposibles
pero también soy de los que no recuerdan sus sueños
Yo soy de los que no creen en el amor
pero también soy de los que no se atreven a aceptarlo
Yo soy de los que se sientan al final
pero también soy de los que bailan primero
Yo soy de los que leen mucho
pero también soy de los que nunca terminan de entender algo
Yo soy de los que extrañan a alguien
pero también soy de los que esperan por uno
Yo soy de los que prefieren mirar sin ser vistos
pero también soy de los que se exponen con mucho placer
Yo soy de los que agregan a desconocidos en su hi5
pero también soy de los que buscan intimidad
Yo soy de los que miran lujuriosamente un cuerpo
pero también soy de los que cultivan la sensualidad
Yo soy de los que fuman hasta joderse los pulmones
pero también soy de los que reciclan y no contaminan
Yo soy de los que viven por la música
pero también soy de los que mueren por ella
Yo soy de los que duermen de costado
pero también soy de los que padecen insomnio
Yo soy de los que compran compulsivamente
pero también soy de los que saben en qué invertir su dinero
Yo soy de los que se enamoran perdidamente
pero también soy de los que no están muy seguros de ello
Finalmente, yo soy de los que escriben por escribir
pero también soy de los que ansían permanecer
I am stubborn enough to create my own world
Salimos (yo detrás de él) y nos detuvimos un rato en la puerta, como no volteaba a verme pensé que tal vez yo estaba siendo muy aprehensivo, que me había dejado llevar por el delirio erotomaníaco en el que solemos caer los maricas. Di media vuelta y me fui por la otra escalera. Ya para cuando estaba dispuesto a cruzar conquistadores, lo veo en una esquina, allí debajo de un poste de luz, solitario y mirándome. Le sonreí y no supe que hacer, vino la imagen del orgullo y cruce la calle esperando a que algo increíble sucediese. Obviamente nada pasó, caminé dos cuadras más y no se me salía de la cabeza…aún no se me sale de la cabeza.
Fotografía de Joel Peter Witkin
domingo, 18 de noviembre de 2007
Paso al acto
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
Jorge Luis Borges, Los justos
domingo, 11 de noviembre de 2007
L'obscurité des eaux
Asistí por compromiso, por querer librarme de la imagen parca que he creado con tanta facilidad, también quise hacer algo nuevo salir de mi rutina, conectarme con sus alegrías o no sé; pero nuevamente me sentí incomodo, como fuera de lugar, ajeno a todo ese mundo de bailes y frivolidad. Estaba pensando en continuar así hasta que se hiciera más tarde pero algo curioso sucedió, una chica perdida se sentó a mi lado y me empezó a hablar, la había visto un par de veces y como que me llamó la atención. Era muy bonita, tímida, de pocas palabras y muy sentimental, pensaba que tal vez me había enamorado de su sola presencia, su sonrisa, su mirada y sus silencios. Ella me acompañó por un buen rato, me contó que no conocía a nadie y que había dudado en ir a la fiesta, fuimos por unas cervezas y me dio su teléfono, luego me dijo para bailar y acepté sin la menor objeción. Bailaba muy bien, parecía liberarse de todas sus culpas y demonios, se la veía feliz y me alegraba su movimiento.
Nos sentamos de nuevo y hablamos de varias cosas, me contó de su familia, de lo difícil que ha sido su vida, "tengo 26 años, hago teatro, danza y pintura", "me refugio en las artes porque la realidad duele", yo le dije que era valiente y creativa, dos cualidades que todos deberíamos tener.
Se hizo cada vez más tarde y entramos en temas muy íntimos, el contexto era tan ajeno que imaginé que necesitaba hacerlo de todas maneras, traté de ponerme en su lugar y escuché con mucha atención. Me perdí en sus palabras.
Después, mucho después, nos separamos un instante, yo recibí felicitaciones por ser tan "seductor" y ella encontró a un amigo más cercano que yo. Sentí que se estaba yendo y no hice nada para que ocurriese lo contrario. Antígona acepta su destino con total convicción, y ella es libre, no depende de la casualidad.
lunes, 5 de noviembre de 2007
Difuso
E. M. Cioran, En las cimas de la desesperación
viernes, 2 de noviembre de 2007
Happy together
dolorosa y feliz a la vez
los momentos que tiene, esa forma tan exacta de mostrar el amor
los colores, los sonidos, el tiempo
la soledad en cada uno de ellos
y el viaje, los espacios que se multiplican
se reducen, se agrandan,
todo es tan puro y hermoso que se hace irreparable