miércoles, 23 de mayo de 2007

Alusión Directa o Proyección

Pilar, una asistente de cátedra en la universidad, me hizo escribir algo en vez de atender a clase...

Se bañó y vistió durante casi tres horas, puso mucho detalle en cada parte de su rostro y cuerpo, fue como un ritual con cada color en el tono o medida perfecta, pómulos sobresalientes, pestañas muy negras y labios pálidos, encajados...Una vez que se sintió satisfecha se sento a leer, repasó todo su arsenal de conocimientos y encontró burdos sus papeles, como divergentes de su belleza; entonces surgió el odio en su corazón desmaquillado, cogio la tinta más acorde con sus deseos y rasgo cada papel con injurias y maldiciones a la vida.
En cada palabra introdujo su afán de perfección, su vacuidad y desenfreno, escribio sin inmutarse, los ojos clavados en la mesa, las uñas rasgando suavemente las hojas. Era un monstruo, quieto, silencioso, de vestido negro y zapatos de tacón; mientras bebía un sorbo de café, una pérfida sonrisa se escapó de sus labios, como si cometiera una venganza inocente, una fechoria contra todo lo que existe, incluyéndose claro está, incluyéndose...

1 comentario:

Carolina García dijo...

Lo que enseñan las que enseñan.
Me gustaron mucho tus palabras como recolección de un instante muy tuyo.
Sigo leyendo...

Saludos