viernes, 1 de junio de 2007

E. E. Cummings




Ahora todos los dedos de este árbol (cariño) tienen


manos, y todas las manos tienen gente; y


cada persona concreta está más (amor mío)


viva de lo que cada mundo puede entender




y ahora tú eres y yo soy ahora y nosotros somos


un misterio que no volverá a ocurrir jamás,


un milagro que no ha ocurrido nunca con anterioridad...


y brillando este nuestro ahora ha de mudarse en después




y nuestro después será una oscuridad en la que


los dedos estén sin manos; y yo no te


tenga: y todos los árboles sean (no más de lo que cada uno de ellos


deshojado) su silencio en la perpetua nieve




-pero no temas jamás (alma mía, hermosa mía


flor mía) pues también después es hasta






2 comentarios:

... dijo...

wow,,, ppropio de Cummings!!
ese es el misterio al fin y al cabo que mantiene a las estrellas separadas,,,

Barrabasada dijo...

Muy lindio poema papa.