sábado, 19 de enero de 2008

I was born to be blue

Tú eres tan diferente... tan casual, ligero y feliz
Hablas como un niño, con el ímpetu de los que no tienen un plan trazado en sus vidas (ni buscan tenerlo)...
Tus muletillas verbales son tan comunes, tan propias de un sector socioeconómico, pero en tu boca son distintas! tienen una dosis de espontaneidad y cinismo descarnado, algo que te hace tan libre... yo soy el viejo que teme su libertad, que ansia tus excesos...
y tú me quitas la verguenza del cuerpo, como inculcándome tu saber de vida, de instinto, de pura intuición... (yo conservo los olores y cada sensación táctilar)
Si es que acaso tengo vocación de mártir voy a gozar mi condena con mucha paciencia
no tengo orgullo, resistencia, ni cobardía
He cedido a la vulnerabilidad
Y sin verguenza puedo decir:
"qué más da haberte perdido si tardé tanto en encontrarte"
"goza cuello, cabello, labio y frente
antes que lo que fue en tu edad dorada"
Sí, especulación vana, me siento muy bien
"mi corazón, cuyo peligro adoro"

4 comentarios:

Max Eduardo dijo...

Leer este post, luego de leer el penúltimo, me genera una sonrisa. El hombre que se fija en los 40 y 50, también puede ceder ante los encantos de las hormonas alborotadas. Eso abra caminos, entonces…

tácito dijo...

Pues no te equivocas, en realidad no soy nada excluyente (peor aún con las hormonas revueltas)... aunque claro, la persona a la que me refería en este escrito tenía 41años :)

Max Eduardo dijo...

pues qué encuvierto tenías el mensaje del texto.

tácito dijo...

Encubierto... no creo, yo soy de los que piensan que todo está fuera, sólo que hay que ser más cuidadoso al obervar