sábado, 11 de abril de 2009

De pequeños, mi hermano y yo solíamos jugar en el jardín



Una vez cogimos un mono de peluche y lo cruxificamos



pintamos su rostro de color rojo y le clavamos alfileres como si fueran clavos



lo subimos a una silla y colocándole flores en todo el cuerpo dimos vueltas con él



Mi hermano tocaba la música fúnebre y yo prendía las velas.



Luego le diseñamos una corona de espinas que arrancamos de un rosal



y pusimos al mono aún más doliente que antes.

1 comentario:

Willidin dijo...

Hola muy buen blog, gracias por ver el mio podriamos linkearnos , un abrazo y exito. La poesia nunca muere.