Si la mitad de mi cuerpo sonríe
La otra mitad se llena de tristeza
Y misteriosas escamas de pescado
Suceden a mis cabellos.
Sonrío y lloro
Sin saber si son mis brazos
O mis piernas las que lloran o sonríen
Sin saber si es mi cabeza
Mi corazón o mi glande
El que decide mi sonrisa
O mi tristeza.
Azul como los peces
Me muevo en aguas turbias o brillantes
Sin preguntarme por qué
Simplemente sollozo
Mientras sonrío y sonrío
Mientras sollozo
Jorge Eduardo Eielson, Noche Oscura del cuerpo
2 comentarios:
me da la impresión que este es un otoño de bajada total. estamos todos ufffff.
ánimo
No, Serin, te equivocas, no estoy de bajada... es el cuerpo el del ánimo
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