Uno ha perdido el respeto hacia todo saber que pueda anclarte a la vida
y la franja que divide ambas cosas es muy delgada... muy frágil
Infame es la verdad y precario el sentido
El desencanto toma el cuerpo y lo hace estallar
¿Qué demuestra sino toda esa premura, el ansia y el exceso en vivir todo lo que queda?
Luego pasa la factura el tiempo y la vida se agota
se agota en cada gesto y en cada traspié
desequilibrio de aquel que ya no mira a hurtadillas
que se empoza en el fango de lo fútil
y muere ahogado en su propio silencio
1 comentario:
A los 27??? pues no me pasó a mí no, ni me ha pasado todavía a mis cuarenta y tantos...
Los hay que están en la cumbre y sólo han aprendido a ver pozos...
bss
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