sábado, 26 de noviembre de 2011

Litoral


A los 27, las posibilidades de morir son mucho más latentes

Uno ha perdido el respeto hacia todo saber que pueda anclarte a la vida

y la franja que divide ambas cosas es muy delgada... muy frágil

Infame es la verdad y precario el sentido

El desencanto toma el cuerpo y lo hace estallar

¿Qué demuestra sino toda esa premura, el ansia y el exceso en vivir todo lo que queda?

Luego pasa la factura el tiempo y la vida se agota

se agota en cada gesto y en cada traspié

desequilibrio de aquel que ya no mira a hurtadillas

que se empoza en el fango de lo fútil

y muere ahogado en su propio silencio



1 comentario:

Xim dijo...

A los 27??? pues no me pasó a mí no, ni me ha pasado todavía a mis cuarenta y tantos...

Los hay que están en la cumbre y sólo han aprendido a ver pozos...

bss