lunes, 6 de septiembre de 2010

Nemoroso

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... imagino entonces que la noche vino y me cortó las muñecas,
que mi sangre ha fluido lentamente hasta dejarme dormido
las sábanas aún están limpias, sólo hay un hilo púrpura que atraviesa mis piernas y desemboca en el piso...
me siento tan aliviado, espero agotar mis fuerzas como la luz que entra por la ventana,
que reposa sobre el borde de una silla y se cuela por los maderos hasta llegar a mis manos
Allí estalla el brillo enceguecedor de mi muerte
y mi sueño acaba...

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1 comentario:

Xim dijo...

Qué lindo, así a cualquiera le entran ganas de morirse...

R.I.P.

X