martes, 27 de enero de 2009

NO HAY BANDA

.

Él es un músico en decadencia

uno que siempre anhelo más de lo que pudo hacer

que perdió fama, dinero y amigos
con el pasar de los años

Perdió también su lugar en el mundo

Y no hubo más remedio que refugiarse en un símbolo:
la añoranza


Dentro de una casa muy antigua, clavada en el centro de la ciudad

Se dedico a vivir por nada (y por nadie)

Rodeado de pobreza, medallas y polvo...


Se le fue el entusiasmo de tanto esperar

Porque el afán también se agota en una casona vieja

y pasó horas frente al ventilador

pensando y pensando...

Hasta que un día perdió el decir...


“No es que siempre esté triste, no es eso,
es que perdí la esperanza en la felicidad”

.

.


Y se valió de un medio insólito

para no olvidar su cuerpo

para lidiar con ese placer

que busca satisfacerse

aún contra su voluntad


Y así llego hasta mí

como cualquier otro,

y yo fui uno de esos monstruos que le recuerdan que vive,

que aún respira o que tiene sudor.

.


“No pacté esta cita contigo,

él que decidió venir fuiste tú,

el que llamó, se movió y preguntó.

El que ahora está aquí,

y creo que hace mucho calor

y hay algunos sectores de Lima que han de sentirlo más,

ayer lo leí en el periódico…

y dentro de un rato me pongo los pantalones,

¡como odio ponerme pantalones!,

pero debo prepararme para salir

quiero tomarme el tiempo

para abrir las rejas,

guardar al perro,

las llaves se tuercen por el calor,

las cerraduras también”


3 comentarios:

Max Eduardo dijo...

Eres un capazo broder

Anónimo dijo...

Oye broder,...puede ser irónico esto que te digo..pero bien podría ser una canción lo que has escrito y lo que has sustraído ..ah !.

tácito dijo...

mal broder, mal... jaja