A un suicida en una piscinaNo mueras más
Oye una sinfonía para banda
Volverás a amarte cuando escuches
Diez trombones
Con su añil claridad
Por lo que dios más ame
Sal de las aguas
Sécate
Contémplate en el espejo
En el cual te ahogabas
Quédate en el tercer planeta
Tan sólo conocido
Por tener unos seres bellísimos
Que emiten sonidos con el cuello
Esa unión entre el cuerpo
Y los ensueños
Y con máquinas ingenuas
Que se llevan a los labios
O acarician con las manos
Arte purísimo
Llamado música
No mueras más
Con su añil claridad.
2 comentarios:
asionante escritura. guillermo
Hernández, como siempre, de culto. Y que bueno que te acuerdes de los bloggers, de la competencia, ya extrañaba venir aquí y comentar a mis anchas, como antaño. Abrazos.
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