Querido Carlos:
hace tanto tiempo no te escribo que me averguenza hacerlo solo para pedirte un favor, pero bueno, lo hago también confiando en tu amabilidad y la ternura con la que solías responder a cualquier llamado mío. Aprovecho también para decirte que te extraño, que si hay algo que debo agradecer, es haberte conocido para luego perderte; así tuve mucho dolor que luego se convirtió en ansia y que le dio otro sentido a mi vida
Ni toda tu delicadeza, ni toda la belleza de tu alma me aguardan
Mi plegaria es un tejido brillante sobre el fondo de un manto negro, sin conexión alguna,
no guardo la esperanza, ese vacío es tan grande como la infinita constelación de estrellas que tú habitas
brillante
J.
miércoles, 9 de octubre de 2013
lunes, 30 de septiembre de 2013
lunes, 19 de agosto de 2013
domingo, 7 de julio de 2013
lunes, 10 de junio de 2013
Un cosmos
Walt Whitman, un cosmos, el hijo de
Manhattan,
turbulento, carnal, sensual, comiendo,
bebiendo y procreando,
no es un sentimental, no mira desde
arriba a los hombres y mujeres ni se
aparta de ellos,
no es más púdico que impúdico
¡Quitad los cerrojos de las puertas!
¡Quitad las puertas mismas de sus quicios!
Quien degrada a otro me degrada a mí,
y todo lo que hace o dice vuelve a la postre a mí.
La inspiración mana y mana de mí,
me recorren la corriente y el índice.
Pronuncio la contraseña primordial,
doy la señal de la democracia,
nada aceptaré, ¡lo juro!, si los demás
no pueden tener su equivalente
en iguales condiciones.
Voces desde hace largo tiempo
enmudecidas me recorren,
voces de interminables generaciones
de cautivos y de esclavos,
voces de enfermos y desahuciados,
de ladrones y de enanos,
voces de ciclos de gestación
y de crecimiento,
y de los hilos que conectan las estrellas,
y de los úteros y de la savia paterna,
y de los derechos de los pisoteados,
de los deformes, vulgares, simples,
tontos, desdeñados,
niebla en el aire, escarabajos que
empujan bolitas de estiércol.
Voces prohibidas me recorren,
voces de sexo y lujuria,
veladas voces cuyo velo aparto,
voces indecentes por mí purificadas
y transfiguradas.
No me tapo la boca con la mano,
trato con igual delicadeza
a los intestinos que a la cabeza
y el corazón,
la cópula no es para mí más grosera
que la muerte.
Creo en la carne y en los apetitos,
y cada parte, cada pizca de mí
es un milagro.
Divino soy por dentro y por fuera, y
santifico todo lo que toco o me toca,
el aroma de estas axilas es más
hermoso que una plegaria,
esta cabeza más que los templos,
las biblias y todos los credos.
Walt Whitman
viernes, 10 de mayo de 2013
Stay
Te ríes como una hiena
dices que la risa es el estrago evolutivo de los simios
un estrago hermoso en tu caso
yo aquí, en secreto, puedo decir que me gusta...
me gusta tu afán de niño reluciente
niño que tropieza, niño que ríe
Quiero reírme contigo
y por alguna razón quiero pedirte que te quedes,
que así como me abrazas los pies
abraces mi soledad esta noche
por horas...
contadas con los dedos
que sé que te vas al norte
con todo ese pragmatismo tuyo
que tus canas parecen desmentir
Es un secreto esto que escribo
un secreto a hurtadillas de mí mismo
Me gustas
quiero que te quedes
sábado, 9 de febrero de 2013
lunes, 4 de febrero de 2013
In process
Quiero mezclar dos palabras
pero aún no sé cómo
La primera es sonora
y me persigue cual sombra
Yugo, yugo del tiempo...
La segunda es corpórea
me hace doler las entrañas
Llaga, llaga incandescente
Si sumamos tu presencia
todo esto está muy rojo
como el cielo de Lima cuando cae la tarde
un incendio
una llaga
bajo el yugo del tiempo
domingo, 20 de enero de 2013
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