domingo, 11 de diciembre de 2011

Si me pegan un tiro, tú sollozas pero yo me desangro


"Mis primeros versos los escribí a los 12 años y eran plagios de José María Eguren. Poco después de descubrir a Eguren y a Vallejo (cuyos libros me fueron obsequiados por mi madre, quien tuvo que ayunar para comprarlos), poco después, digo, tuve que echar por la borda una magnífica carrera de plagiario, por culpa de mi abuelo. Fue la tarde en que descubrí su cabeza, blanca, sobre la almohada consagrada a sus siestas de verano. Me dio una pena horrenda verlo así, canoso, abandonado al sueño, indefenso, supongo que ante el tiempo, y me fui a esconder en la azotea conteniendo las lágrimas. Allí, avergonzado y solo, contemplando un paisaje de techos ruinosos, escribí a mi abuelo una larga carta pidiéndole que no envejezca, ¡y vaya a saberse por qué tuve que redactar esa carta en verso!

Creo que así comenzó todo.

Desde aquella tarde, vengo haciendo todo lo imposible para no ser poeta. Y, francamente, no sé qué más decir. Les ruego me disculpen".


César Calvo, Conferencia del 9 de julio de 1974, Instituto Italiano de Cultura de Lima.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Litoral


A los 27, las posibilidades de morir son mucho más latentes

Uno ha perdido el respeto hacia todo saber que pueda anclarte a la vida

y la franja que divide ambas cosas es muy delgada... muy frágil

Infame es la verdad y precario el sentido

El desencanto toma el cuerpo y lo hace estallar

¿Qué demuestra sino toda esa premura, el ansia y el exceso en vivir todo lo que queda?

Luego pasa la factura el tiempo y la vida se agota

se agota en cada gesto y en cada traspié

desequilibrio de aquel que ya no mira a hurtadillas

que se empoza en el fango de lo fútil

y muere ahogado en su propio silencio



domingo, 20 de noviembre de 2011

Me pongo en evidencia y no hay repliegue que valga

domingo, 13 de noviembre de 2011

Jesús dijo a Pedro: "No temas desde ahora serás pescador de hombres..."

domingo, 6 de noviembre de 2011

enamoramiento/ en-amor-miento



Antony and the Johnsons, Salt, Silver, Oxygen


lunes, 31 de octubre de 2011

Disfraz!!!

miércoles, 26 de octubre de 2011

Salir de escena

Este síntoma... el del dormir (digo)... siempre ha sido prescindible...
pudo haber sido cualquier cosa, que para eso bastaba una simple elección
una decisión casi infantil,
de menos de un segundo,
como en un abrir y cerrar de ojos

Pero, si es prescindible... hay algo que no lo es
y eso...
eso está fuera de escena


sábado, 22 de octubre de 2011

Nadie nos dice cómo...

Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal
comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta

Blanca Varela

domingo, 16 de octubre de 2011

Naderías, zalamerías


"La demanda de amor no demanda esto o aquello, un objeto en particular, sino que demanda lo que sea, y es entonces indiferente a la particularidad del objeto: lo que sea, siempre que tenga el valor de prueba de amor. Lo que sea, siempre que signifique: “Tú me faltas”. En este sentido, el don de amor que rodea, que apremia al don del objeto, tiene un valor exactamente inverso. Dar es, ante todo, decir. “Yo tengo, yo poseo”. Dar destaca el tener del Otro, pero el don hecho al Otro en calidad de signo de amor significa, más secretamente, que yo no tengo, que me faltas tú. De tal suerte que, si bien en ambos casos se dirige al Otro, hay no obstante un desdoblamiento. La demanda surgida de la necesidad se dirige al Otro en la medida en que el Otro tiene, mientras que la demanda de amor se dirige al Otro en la medida en que no tiene. Esto es lo que justifica definir el amor como el don de lo que no se tiene: dar prueba de la propia falta"

Jacques-Alain Miller, Signo de amor


miércoles, 12 de octubre de 2011

Un año con 13 lunas




Rainer Werner Fassbinder, In einem Jahr mit 13 Monden

lunes, 10 de octubre de 2011

La boca que se besa a sí misma

"Lo cierto es que ningún objeto puede satisfacer a la pulsión. Cada vez que da con alguno no es así como se satisface, ya que el objeto es lo más variable de la pulsión y no está enlazado a ella sino como la ocasión de dar lugar a una descarga por ser apto para tal fin.

La pulsión representa la forma de satisfacción subjetiva porque el goce es de cada uno, en forma solitaria, como sucede en el orgasmo. Sin lazo alguno.


El partenaire solo constituye la ocasión para que un goce tenga lugar"

domingo, 2 de octubre de 2011

Mensaje

Soñé que estaba en una fiesta. Nos encontrábamos de casualidad. Tocaba saludarte con un apretón de manos. Tomabas algún trago veraniego de esos que traen sombrillitas en el vaso... Me guiñaste el ojo, "es sólo por esta semana... solo por esta semana no estamos juntos"

quiero creer en mi sueño

sábado, 3 de septiembre de 2011

Rabia


La ficción del desvalido es creer que está en falta

Puro espejismo.

Odia al que "despoja"


para sustentar su goce





domingo, 28 de agosto de 2011

Tuve un sueño:

Llegaba a una habitación toda pintada de color morado. Las paredes, los muebles, los cuadros: todo índigo, violeta y... morado.
De pronto una voz sin referente empezó a cantar a manera de aviso:

"Morada fina... Morada fina"...

Ahora mi casa tiene luces cálidas y un fondo sonoro de material hidráulico.
Río de concreto, ciudad encendida.

Morada fina!

miércoles, 17 de agosto de 2011

Nuevo partenaire


No actúes mi fantasma

Que otro velo nos cubra... un velo con otros riesgos y certezas



Carol King, Natural Woman

miércoles, 15 de junio de 2011

Deslocalizado


Esta no es mi casa

no la tengo

ni la tendré

lunes, 2 de mayo de 2011



"Nunca lloraba, ni aun en sueños, pues la pureza de corazón era para él motivo de orgullo. Le gustaba imaginar su corazón como una enorme ancla de hierro que resistía la corrosión del mar, y que desdeñosa de las ostras y percebes que hostigaban los cascos de los buques, se hundía bruñida e indiferente, entre montones de vidrios rotos, peines sin dientes, tapones de botellas, preservativos..., en el cieno del fondo del puerto... Algún día se haría tatuar un ancla en el pecho"

Yukio Mishima, El marino que perdió la gracia del mar

martes, 15 de marzo de 2011

"Como en la poesía... el lenguaje tiene que ser torturado para decir la verdad"

viernes, 18 de febrero de 2011

Dos palabras

Esta noche al oído me has dicho dos palabras
comunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.

Tan dulces dos palabras
que digo sin quererlo - ¡oh, qué bella, la vida!-
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.

Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.

Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.

Alfonsina Storni

viernes, 4 de febrero de 2011

Llamado del deseoso



Deseoso es aquel que huye de su madre.
Despedirse es cultivar un rocío para unirlo con la secularidad de la saliva.
La hondura del deseo no va por el secuestro del fruto.
Deseoso es dejar de ver a su madre.
Es la ausencia del sucedido de un día que se prolonga
y es a la noche que esa ausencia se va ahondando como un cuchillo.
En esa ausencia se abre una torre, en esa torre baila un fuego hueco.
Y así se ensancha y la ausencia de la madre es un mar de calma.
Pero el huidizo no ve el cuchillo que le pregunta, es de la madre,
de los postigos asegurados, de quien se huye.
Lo descendido en vieja sangre suena vacío.
La sangre es fría cuando desciende y cuando se esparce circulizada.
La madre es fría y está cumplida.
Si es por la muerte, su peso es doble y ya no nos suelta.
No es por las puertas donde se asoma nuestro abandono.
Es por un claro donde la madre sigue marchando, pero ya no nos sigue.
Es por un claro, allí se ciega y bien nos deja.
Ay del que no marcha esa marcha donde la madre ya no le sigue, ay.

No es desconocerse, el conocerse sigue furioso como en sus días,
pero el seguirlo sería quemarse dos en un árbol,
y ella apetece mirar el árbol como una piedra,
como una piedra con la inscripción de ancianos juegos.
Nuestro deseo no es alcanzar o incorporar un fruto ácido.
El deseoso es el huidizo
y de los cabezazos con nuestras madres cae el planeta centro de mesa
y ¿de dónde huimos, si no es de nuestras madres de quien huimos
que nunca quieren recomenzar el mismo naipe, la misma noche de igual ijada descomunal?




José Lezama Lima